No es fácil luego de terminar ese libro que te alargaba las noches, tener que volver a la vida real… causa cierto trauma. Y es que, en aras de la verdad, nunca he sido buena dejando ir, siempre me aferro a la historia. Incluso días después, soy de las que mezcla personajes y compara… Si hubiera sido yo la autora del libro: ¿Se enamoraría la pelirroja? ¿El conejo hubiera llegado a tiempo? ¿Dejaría la zorra que se le domesticara?
Nada, que no tengo remedio, lloro con los libros como si de mi propia vida se tratase y me zambullo en las páginas como si en ese instante lo único real me lo contaran unas letras. ¿Quién sabe? Quizás estoy diseñada para convertirme en personaje, y sólo estoy esperando que alguien me regale un cuento.
Al fin y al cabo: La vida, como decía mi abuelita, es apenas una novela que no se ha escrito.
Enhorabuena por el texto, me ha encantado!
Además me he sentido muy identificada jajaja, cada vez que leo un libro me paso días pensando en la historia y los personajes.
Pues gracias… creo que eso de vivir el libro nos pasa a mucha gente 🙂
Me identifique mucho… muchas veces lloro, sonrió e incluso se me va pasa el tiempo cuando de leer se trata..!!
Bienvenida al club, crissbahuer 🙂
Gracias 🙂
Me identifico totalmente jejejej 😀
Un saludo !!
Otro de vuelta Jhoana 🙂 y bienvenida a mi pedacito.
me encanta el consejo de tu abue 😉 estamos escribiendo nuestra novela entonces!
ojalá que sea larga 🙂
un cuento para tú después hacer con él lo que quieres: tú no eres domesticable, maria-ann, y no lo tomes a mal…
Bueno camarero… yo creo que con un final abierto se resolvería el problema. Y eso de ¨domesticar¨ es relativo… quizás si todos fueran como el Principito…