Ni una nube, recuérdalo. Ni un enojo. Nada. Que tu día sea limpio -como esa alma que tienes- desde el comienzo hasta el fin. Y ojalá te diviertas mucho, que yo participaré contigo de tu alegría.
Juan Rulfo, Cartas a Clara.
un espacio para echar a navegar ideas…
Ni una nube, recuérdalo. Ni un enojo. Nada. Que tu día sea limpio -como esa alma que tienes- desde el comienzo hasta el fin. Y ojalá te diviertas mucho, que yo participaré contigo de tu alegría.
Juan Rulfo, Cartas a Clara.
no jures por la tempestad!
Clara tiene el nombre predestinado…sin embargo la enseñanza de los maestros Zen Soto es dejar pasar las nubes no apegarse a los enojos ni a los placeres. Lo que es cierto es que hace falta ser un sabio para ser feliz de forma incondicional por la felicidad de la persona amada. Que hubiera escrito Juan si no fuera él el hombre que participaba a la alegría de Clara?
Bueno Stephane, procuremos pensar que hubiera actuado civilizadamente 😉
Y que sigan soplando los buenos vientos 😉
Eso, eso… y que despejen los cielos!
Por los siglos de los siglos… 😀
Amén.
Mary, ya las tres le hemos echado rayos a las malas nubes!! 😉 qué familia taaaan unida!!! :p
Dios mío: a ver, qué mal le he hecho yo al mundo!!!??
Epaaa Mar porque dices eso???
Ley como decía el dicho “Todas para una y una para todas” jajajajajajaja
Eso… eso… pandilleras que son!!
Siempre Marian SIEMPRE!!!!!!!!!!!!!!!!!
Yo puedo suscribir palabra a palabra, letra a letra, esa cita de Rulfo:
“Ni una nube, recuérdalo. Ni un enojo. Nada. Que tu día sea limpio -como esa alma que tienes- desde el comienzo hasta el fin. Y ojalá te diviertas mucho, que yo participaré contigo de tu alegría”.
Ya sabes… adios a las malas nubes grises!! te quiero
Yo también te quiero, niña maldita 😉
Y yo las adoro a las dos 😀
una maldita buenita, eh?? jaja que espanto las malas nubes grises 😉