Tú y yo somos uno. Con mis achaques y dolores milenarios y tus antiquísimas y cínicas maneras de reír. Somos uno. Y temblamos de miedo al comprobarlo. Como aquellas gelatinas de fresa que me servía mi mamá de postre los lunes. Somos la mezcla perfecta de la paleta de colores, la melodía que cantaba la Fitzgerald y coreaba Etta. La garganta ronca de Sabina y la redondez perfecta de Adele, la sonoridad de Amy y la Houston… la calidez de la Vargas. Somos uno.
Sin embargo, cuando nos despierta el día y el Sol maquiavélico aparece en la ventana, nos desenredamos del abrazo y volvemos a ser tú y yo, a secas. Dos cuerpos distantes, separados… ausentes. Es la Luna misericordiosa la que nos vuelve a unir apenas llega el crepúsculo.
quien fuera ese uno. Besos querida
Tal vez, si esto no fue escrito de noche, si no lo dictó la luna misericordiosa, si nació bajo el sol maquiavélico que separa cuerpos y hace entes ausentes; tal vez, no sé, si sean uno…
nació a las 10 de la mañana… a las 10!!!!
los días son bastaaaaaante aburridos… para qué estar juntos?… si la luna los une y además con tanta fuerza y pasión que son uno cuando hace falta, que es de noche… bah!… lo demás no importa!… lo principial es que lo que haya, funcione para el bien de los involucrados…
sí… pero sabes lo que es zafarse de un abrazo mañanero? una tortura!!
mientras sea una tortura separarse del abrazo mañanero las cosas van bien, lo malo es cuando separarse de lo mismo… en la pelota cuando se está ganando no se cambian las alineaciones… si el anochecer los favorece, síganlo aprovechando… el día es muy aburrido, mar!…
no es aburrido… sirve para dormir 🙂
si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos
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para que sigas compartiendo abrazos nocturnos y añoranzas diurnas .
decía Don Mario B, regalo adelantado de cumpleaños..
Gracias Y… gracias. 🙂
lindisimo texto,,,, cuanto leo estas cosas me quedo sin palabras para comentar y entonces solo me queda decir “Sencillamente genial”
Gracias Ernesto.
Siempre pasa, nos alejamos, volvemos, es un círculo, un ir y venir, un marchar y retornar, todo parece cíclico y nuestros compañeros de viaje en esta vida, van y vienen.
A veces somos uno y otras nos repelemos, nos apartamos; pero seguimos viviendo.