Ayer nos soñé… estábamos tú y yo desnudos, sudados, pegajosos. Ayer nos soñé mojados, calientes, deseosos. Nos soñé inquietos, a todo color, en dimensiones gigantescas. Ayer nos soñé haciendo el amor.
Hoy, cuando me desperté, no supe que cara ponerte.
jajaja..ya cobraste la deuda???!!!!!
Aun no… estoy alargando el crédito… por ahora 😉
ah, mientras más se alarga el crédito, más se cobra… bien pensado!!!
Hay que ser inteligente 🙂
aunque no hayas sabido qué cara poner, la otra parte seguro notó algo raro…
afortunadamente no… como todo era un sueño …
todo era un sueño, pero seguro que la otra parte se dio cuenta que no sabías que cara ponerle… a eso me refiero…
bueno, le puedo poner caras aun no vistas… o quizás las familiares… aun no me he decidido.
No serás sonámbula????
Que se cuide el que te duerma cerca…
🙂
y más si tengo un cuchillo cerca 😉
La cara mejor es cuando se hace el sueño realidad.
en eso te doy la razón 🙂
No eran la misma persona, la del sueño y la de la cama. Pueden tener la misma cara, y va y hasta el real es mejor, pero no son la misma persona. Me parece útil recordar eso 😉
Es útil… muy útil 🙂
Yo no tengo ese problema… nada se me queda inconcluso y todo me resulta coherente (por suerte) muaaa
Ahora me vas a decir que nunca has tenidos esos sueños??? A mí????
Bueno… de acuerdo jajajaja